Quien me conozca sabe que desde que entré en Turquía me quedé enamorado de los Baklava, un dulce típico Turco que, aunque inicialmente el aspecto no me atrajo nada, en cuanto lo probé quedé prendado por su dulce sabor. Así que por fin tocaba el momento de visitar la ciudad de Los Baklavas: Gaziantep.
Gaziantep es una ciudad bastante grande (supera el millón de habitantes), muy cerca de la frontera con Siria y que a parte de ser conocida por el típico dulce de pistacho, es conocida por su gastronomía en general y por su Bazar mayoritariamente dedicado al Hierro y Bronce.
Lo primero que hice al llegar, fue ir a comer Baklava a @ercelebikadayif, los tenía fichados desde hace semanas por Instagram y aunque tenía las expectativas muy altas, os puedo asegurar que las superaron, esos dulces estaban supremos. Sin duda puedo afirmar que fueron los mejores de toda mi estancia en Turquía.
Tenía planeado pasar varios días en la ciudad y disfrutar de sus calles, su ambiente, su gastronomía… pero el coronavirus cada vez se hacía más famoso y no me dejaría continuar con mis planes.
Al día siguiente fui a visitar el bazar de Gaziantep, lo cierto es que me pareció muy similar a la mayoría de bazares de Turquía: Puestos abundantes de especias, alfombras, dulces, artesanos del bronce, herreros… Pero con una enorme diferencia, estaba prácticamente vacío y es que el Covid comenzaba a hacer de las suyas. Los medios de comunicación empezaban a dar alertas y la población comenzaba a limitar sus movimientos.
Era el 12 de marzo, en España faltaban unos pocos días para que decretasen el confinamiento, (cosa que en aquel momento me parecía imposible) y cómo todavía no parecía grave, me dispuse a explorar el encantador bazar de Gaziantep. Y no es que fuese encantador por sus luminosas y amplias calles principales, sino por lo que había por los estrechos y lúgubres callejones colindantes.
Cómo decía, Esta ciudad es la mas grande cercana a la frontera con Siria, y cómo tampoco os voy a descubrir nada nuevo explicando la situación de Siria, os resumiré que Gaziantep esta lleno de Sirios huyendo de su país, buscando una nueva oportunidad en Turquía.
El reparto era el siguiente, los Turcos tenían las calles principales y los Sirios los oscuros callejones.
Perderme por esos callejones fue la mejor cosa que hice en Gaziantep, conocí a una comunidad Siria que trabajaban el bronce y que hacía ya unos años que vivían en la ciudad, me enseñaron cómo trabajaban, me invitaron a desayunar çay con hummus y me regalaron una tonelada de retratos que llevaré conmigo siempre.
Después de pasar unas horas con ellos, seguí descubriendo la ciudad de Gaziantep, disfrutando de su gastronomía y cortándome el pelo en un peluquero turco, que es una experiencia totalmente recomendable.
Al día siguiente, estalló todo y de un día para otro el mundo entero cambió, en la calle, en el periódico, en la tv, por todo, el Coronavirus era noticia incluso en Turquía. Además, casualidades de la vida, me desperté con una agudo dolor en el pecho, así que decidí que era el momento de abandonar las grandes ciudades y aislarse, pero eso ya os lo contare mas adelante.
PD 1: Si, Trabbi se estaba comiendo lo que sobró del desayuno.
PD 2: Al cabo de unos días llegué a la conclusión de que mi dolor en el pecho estuvo causado por estar en ese ambiente tan denso en el que los Sirios trabajaban metal sin protección y sin prácticamente ventilación. O simplemente fue mi cabeza que me hizo pasar un mal rato.
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