Ayer abandoné Georgia y esta vez de forma definitiva, mis planes para visitar Armenia se torcieron, cosa que ya explicaré cuando llegué su capítulo. Y sí abandoné el país grande del Cáucaso para volver a visitar Turquía por la costa sur.
Y es que ya tengo fecha fin a mi viaje y volver a entrar en Turquía es indicio de ello. Pero bueno, esto ya os lo iré contando en los siguientes capítulos, de momento todavía me quedan algunos meses.
Estamos en plena crisis del Coronavirus y lo cierto es que no le había dado mucha importancia, hasta que vi la que había montada en la frontera.
Os pongo en situación, a día de hoy Turquía no tiene ningún caso del virus de moda, sin embargo Georgia tiene algunos pocos registrados e Irán es uno de los sitios mas afectados.
Llegué de noche, una pequeña frontera poco concurrida sita en las montañas entre Georgia y Turquía. La salida del país no demoró mas tiempo del habitual ahora, la entrada a Turquía iba a ser un proceso totalmente diferente a mis anteriores experiencias en fronterizas.
Con un nuevo sello en mi pasaporte, estaba oficialmente fuera de Georgia, ahora estaba en tierra de nadie y tenía que entrar en Turquía, así que me dirigí a las oficinas de control de pasaporte y vi que estaban cerradas a cal y canto.Miré a mi alrededor y tenía ante mis ojos un escenario propio de una película post-apocaliptica: La iluminación era muy escasa (muy raro en una frontera), todo el mundo vestía traje y mascarilla, y todos los accesos estaban cerrados. Todos menos uno.Por la parte de detrás de las oficinas del control de pasaporte, había una caseta prefabricada que era lo único que tenía luz en el interior así que me dirigí hacia allí.
Entré y me invadió un fuerte olor a hospital. Era una sala completamente diáfana y al fondo, a unos 20 mts, había 3 señores vestidos con un traje amarillo y mascarillas tras una mesa. Pidieron que les llevase mi documentación y después me alejase hasta situarme encima de una cruz en el suelo que había a unos 7-8 mts de ellos. Observé que había un trípode con una cámara que estaba enfocando justo donde estaba. Entonces me hicieron cerca de 30 preguntas: A dónde voy, de donde vengo, si me duele el abdomen, si he estado en china, si he estado en Iran, si visité Azerbaiyan, cuando… después me hicieron toser. Todo esto mientras estaba siendo grabado. Finalmente me dejaron un papel encima de la mesa que requería de mi firma, al mismo tiempo que dejaban espacio para que echase el garabato. Fué entonces cuando sellaron el pasaporte y dijeron: Welcome to Turkey.
Pero todavía faltaba el registro del coche y todo iba bien hasta qué vieron a Trabbi. «Otro posible infectado del Coronavirus» debieron pensar. Inmediatamente les enseñe la documentación del perro y me dio la sensación que estaban más perdidos que un pulpo en un garage, no sabían que mirar, pasaban las hojas de su pasaporte apresuradamente, mientras intercambiaban palabras en turco. Yo lo único que pensaba era: Cómo me pongan a Trabbi en cuarentena me muero.
Finalmente me devolvieron el pasaporte de trabbi y me dijeron: Ok, wcm 2 Turkey.
Lo bueno es que conseguí meter una botella de Chacha en Turquía.
La entrada en el país demoró algo mas de una hora, pero cabe decir que a pesar de todo, fueron los operarios fronterizos más amables de todas mis fronteras.
Hoy voy a dormir en el Lago Çildir (foto) que está completamente congelado y es un espectáculo.
Hola Salva.
Estamos en autocaravana atrapados en Turquia y no hay manera de salir por ninguna frontera.
Ahora estamos en las inmediaciones de Antalya y nos han dicho que únicamente podemos estar 2 días. Tenemos que llamar a la embajada a ver si nos dan una solución, cosa más que poco probable.
Al comentarlo a los amigos me han dicho que había un chico por aquí en nuestra misma situación.
Si no estámos muy lejos podríamos hacer para vernos.
Tu diras.
Un abrazo Víctor y Valva