Me encanta ir por el desierto con mi furgoneta, pero nunca había ido por un desierto, cuya carretera coincidiese con la frontera entre dos países. Me llama la atención, el elevado control que suele haber en las fronteras, sin embargo, aquí sólo una garita militar cada 5 kilómetros, sin ninguna valla que te impida cruzar al país vecino. Increíble.
Deja una respuesta