Parece que alguien ha cogido unas tijeras y se esta dedicando a acortar los días a lo bruto. Cuando entré en Escandinavia a penas había oscuridad y ahora a las 8 de la tarde, la noche ya te saluda.
1500 kilómetros al sur me separan ya de cabo norte, por el camino entre muchas otras cosas, antes de salir del círculo polar artico visitamos la casa de Santa Claus y descubrimos que circulo polar artico en finés se escribe Napapiiri. Cambia una i por una j, y lo tienes.
En estos últimos días he llegado a Helsinki, y estoy tratando de aclarar la ruta que voy a seguir los próximos meses, para poder alargar el buen tiempo al máximo.
La ruta original era ir por Rusia hasta Ucrania, pero dado los bochornosos trámites y la cantidad de dinero que hay que soltar para obtener la visa rusa, hace que me plantee otras opciones, y llegar a Ucrania a través de Estonia, Letonia, Lituania y Polonia.
A todo esto le sumamos que el verano se esta acabando y por aquí arriba a partir de octubre el tiempo puede cambiar drásticamente, por lo que no debo demorar mucho mi camino hasta Turquia.
En dos días abandonaré Finlandia pero todavía no se el destino.
De momento mañana acabaré de investigar tanto Helsinki como mis opciones.
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