Cuando me preguntaban cómo me imaginaba el norte de Noruega, pensaba que era un territorio hostil, sin a penas población, gasolineras e incluso algunos tramos sin carretera, pero ahora que lo he visitado, puedo decir que no es así, hay bastantes núcleos de población y las gasolineras son bastante abundantes, en ningún momento tuve la preocupación de quedarme sin gasolina, cosa que a priori si la tuve.
Finlandia, se asemeja más a cómo me imaginaba el norte de Noruega. Nada mas entrar te sumes en un inmenso bosque del que a día de hoy todavía no he salido.
Las poblaciones están muy alejadas entre sí, he llegado a contar casi 100kms de una población a otra y las gasolineras son mucho menos frecuentes que en el país vecino.
Me sorprendió mucho que las gasolineras, no son sólo gasolineras, al mismo también son bares, ferreterías, supermercados, salones de juego, restaurantes, talleres, etc… y mucha gente a va hacer la compra o simplemente a sociabilizar allí. Tiene lógica, pues aunque hay pocas gasolineras, siguen siendo más frecuentes que los pueblos, y toda la gente que vive en esas casas en medio de este inmenso bosque, se reúnen en las gasolineras mas cercanas.
El café que toman es americano, vas a la barra, te lo sirves tu mismo y después lo pagas. Yo suelo tomar café muy suave y este no me sabe a nada… La gente mira con asombro mi matricula y frecuentemente me preguntan de dónde soy. Es verdad, ahora recuerdo que desde que he entrado en Finlandia, se percibe notablemente la bajada de matriculas extranjeras en la carretera, el 99% de las que veo son finlandesas.
Y todo esto tiene un lado muy positivo y es que puedes dormir en sitios increíbles, en medio de la naturaleza con pocos turistas y recurrentes visitas de renos.
También tienen un montón de lugares habilitados para hacer hogueras, con madera preparada, para que solo tengas que preocuparte de llevar un mechero y comida. Si, la madera, la pone el estado.
Es difícil dormir en un sitio desagradable en Finlandia, tienes tanto dónde escoger, que tienes que tener muy mala suerte.
Además cada noche aquí me ha pasado algo que seguramente recordaré durante mucho tiempo.
La primera noche, pude ver unos 10-15 renos sentado desde mi furgoneta a menos de 1 metro mientras pastaban alrededor de ella, la segunda coincidí con un grupo de pescadores finlandeses y me invitaron a cenar salmón recién pescado por ellos, la tercera pude ver aurora boreales y la cuarta, ayer, me pasó una cosa increíble.
Estaba hablando por whattsapp con mi amigo @bikecanine cuando de repente vi que se acercaba una autocaravana muy rara con matrícula azul, pude distinguir letras chinas, así que salí escopeteado para preguntarles si efectivamente eran chinos.
Tanxaiao y Jam, dos chinos, el primero fotógrafo de Chengdú y el segundo ingeniero informático de Chenzhou. Estaban recorriendo Europa presentando una exposición de fotografías sobre Tibet que había realizado Tanxiao.
Me invitaron a cenar, después de reírse de cómo cogía los palillos y enseñarme a cogerlos bien, estuvimos hablando largo y tendido sobre lo diferente que eran nuestras culturas y varias curiosidades cómo por ejemplo, que ellos eran el primer coche chino que entraba en Europa este año.
Tuvimos conversaciones muy interesantes que si las enumerase todas no acabaría esta entrada.
¿Qué me deparará esta noche?
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