Paso la frontera muy facilmente, incluso algunos militares se pusieron a jugar con Trabbi mientras yo acababa el papeleo, en 40 minutos ya estábamos en Ucrania y dejábamos atrás Eslovaquia.
Nada mas entrar voy a llenar el deposito, estoy casi en reserva ya que sabia que en el nuevo país la nafta estaría más barata, así que decidí apurar. Cargo a 0,97 €/L
Paro en un supermercado, me hago con algo de comida y una tarjeta sim, el total no llega a 10 euros y me doy cuenta de que este país es más barato de lo que me imaginaba.
Estaba anocheciendo, y me quedaban unas 3 horas hasta donde quería llegar para dormir. Por el camino no puedo para de observar todo embobado, las casas, los coches, las carreteras, la gente… si el cambio de Lituania a Rusia fue grande, este aun lo fue mas, pero con mejores sensaciones.
Sigo conduciendo, avanzo muy lento, las carreteras son horribles llenas de baches y se está haciendo de noche, de repente ¡BUM! el mayor socavón que había en todo Ucrania había decidido que le gustaba mi rueda delantera derecha. Paro en cuanto puedo para hacer una valoración de los daños y veo que aparentemente está todo bien, no he pinchado, la llanta está en buen estado y la suspensión parece que está en su sitio. Miro el mapa y según google todavía queda una hora y media para llegar a destino, dada mi corta experiencia ya se que serían 2,30 por lo que busco un sitio para acampar lo mas cerca posible, de camino me doy cuenta que la furgoneta hace un traqueteo que antes no hacía, acampo y decido revisar la suspensión al día siguiente con luz. Llevo solo 4 horas en Ucrania.
Me despierto contento, con muchas ganas de descubrir un país que deseaba visitar desde hace mucho tiempo. Me olvido completamente de revisar lo que había dicho el día anterior, me doy a la carretera, y esta empieza a ser de mejor calidad ademas el traqueteo a penas suena.
Hace sol y buena temperatura, voy disfrutando de conducir observando todo a través del parabrisas, me fijo que hay mucha gente haciendo auto-stop, mayores, jovenes, niños… decido parar y coger a una señora de unos 60 años aparentemente, me indica su destino en el mapa y como me viene de camino decido llevarla. cuando llegamos a destino veo que me ha dejado un fajo de billetes sobre el asiento, descubro que el auto-stop aquí se paga. por cierto el fajo de billetes no llegaba a 2€
Continuo el viaje, decido coger a otra señora, con esta hay buen feeling y cuando acabamos el trayecto decido pedirle una foto y ella me la da. Ademas me recomendó un sitio que visitar.
Con la foto hecha y un fajo de billetes importante (como nunca antes había tenido y no llegaba a 5 euros) me dirijo al lago Synevyr, recomendación de la señora.
Llego a la entrada y veo que hay que pagar, no hay para tarjeta, solo tengo el efectivo del auto-stop y por unas pocas Grivnas (moneda ucraniana) no me llegaba, así que cuando estoy haciendo marcha atrás para aparcar la furgoneta y subir andando, se me pone un coche detrás bloqueando el paso y sale un señor de este haciendo aspavientos y refiriéndose hacia mi, le insisto en que no entiendo nada, ¡No Ucranian!. El señor, con pinta de haber bebido y cara de pocos amigos, sigue dirigiéndose a mi, yo sin entender nada hasta que descifré dos palabras, Foto y Police. Tras insistirle en que no le entendía nada, desistió cogió su coche y se fue
Me empiezo a poner nervioso y pienso en que fotos he hecho que puedan haber herido la sensibilidad de ese señor, a la memoria solo me viene la foto de la señora a la que le había pedido permiso.
Fruto de los nervios y los malos pensamientos que se me venían a la cabeza, empiezo a deshacer el camino conducido, para salir de ese parque nacional, era un camino sin salida y no me apetecía tener movida en un idioma y un país que no es el mío, encima sin cobertura para poder pedir ayuda.
El parque nacional era precioso por cierto, me dio mucha rabia no poderme quedar ni una noche, por culpa de ese señor que perturbó mi bienestar.
Finalmente dejo atrás la altas montañas y una sinuosa carretera digna de los mejores roadtrips.
El valle por el que circulo se va ensanchando y poco a poco empieza a haber núcleos de población mas y mas grandes, la carretera vuelve a ser muy mala y ¡oh mierda! el traqueteo vuelve, pero ahora más fuerte.
Decido parar en cuanto pueda pero la carretera es muy estrecha, carece de apartaderos y para mas inri es de “gravilla”, no me apetece bloquear el trafico por lo que continuo. A todo esto circulando a lo máximo que daba la vía, 30km/h, Trabbi vio un gato y saltó por la ventana. Podéis imaginar la bronca que se llevó.
Una hora después, por fin veo una gasolinera en la que puedo parar para revisar la suspensión.
Saco el gato, levanto la furgoneta y me meto debajo. El aislante del tubo de escape estaba suelto, no era noticia para mi, llevaba con el suelto mas de 5000km pero ya que la había levantado, lo fijé. También revisé la suspensión y aparentemente estaba todo correcto, pero el ruido continuaba.
El destino que había fijado cuando el señor borracho me echó de su parque nacional todavía estaba a 3 horas y ya llevaba 4 para recorrer 70 kms. Si a todos los hechos le sumas que estaba yendo por unos paisajes increíbles, pero absolutamente tupidos de basura, el bajón moral que tenía era enorme. De verdad nunca en la vida había visto tanta basura a las orillas de un rio.
Finalmente llegué a un pueblo, o poblado mas bien, en el que encontré un sitio más o menos tranquilo para poder pasar la noche y olvidarme un poco de todo lo ocurrido. mañana sería otro día. llevaba poco más de 24 horas en Ucrania.
Al dia siguiente, despierto sin expectativas, voy a una cafetería para acabar de despertar y que me recomendasen un mecánico por la zona.
Pasé toda la mañana de mecánico en mecánico, todos y cada uno de ellos pasaron de mi y estoy seguro de que era porque no me entendían y pasaban de esforzarse un poquito. Algunos ni si quiera se acercaron a ver la furgoneta. Impotente decido buscar un sitio tranquilo y empezar a desmontar yo mismo la furgoneta para encontrar el problema. ¡Bingo! A la barra estabilizadora de la suspensión se le había salido un silentblock ese era el motivo del traqueteo. Hago fotos de detalle vuelvo a montar lo desmontado y voy a un séptimo taller. Este finalmente me dice que sí, que me lo puede reparar pero ya mañana. Así que quedamos a primera hora.
Me levanto con un cambio de chip, ya se que en recorrer 40 km voy a tardar una hora cómo mínimo, que es normal que la furgo tenga una avería ya que llevo más de 25000 kms en este viaje y que no puedo estar de malas porque estoy haciendo lo que mas me gusta en este mundo que es viajar y hacer fotos.
Con el alba enciendo la furgo y me dirijo al taller que estaba a 5 minutos, a los 3 minutos de trayecto, veo en el retrovisor unas luces rojas y azules, efectivamente la policía. Me paran por tener las luces de la matricula fundidas, cosa que no tenía ni idea. Le explico que voy de camino al mecánico, le enseño fotos de la avería y del taller y le pido por favor que me dejen ir, intentan que les soborne pidiéndome 50€, le digo que soy pobre, que no tengo dinero, que tengo lo justo para pagar la avería, que estoy viajando por Europa y que mi casa es la furgoneta. Parece que les di pena, porque funcionó y me dejaron ir.
Llego al taller, y nuestro mecánico pasa a tener nombre, se llama Tarasz tiene mi edad, está casado y tiene dos críos. Sube la furgo al elevador, desmonta la estabilizadora y mientras esperamos a que abran la tienda de recambios empezamos a tener una conversación a través del traductor de google propia de Black Mirror.
Me pregunta si soy un viajero o si estoy viviendo por la zona, entonces le cuento mi historia.
Hacemos buenas migas e insiste en que vaya esa misma noche a cenar a su casa.
Finalmente abre la tienda de repuestos me arregla la furgoneta y la reparación me cuesta 460 Grivnas.
Tarasz, me recomendó varias cosas que hacer por la zona durante el día. pero lo que mas me llamó la atención fueron las antiguas minas de sal de Solovytno. que esto da para capitulo especial.
Finalmente, fui a cenar a su casa con su familia y pasamos una noche estupenda, me colmaron de conservas que hacían ellos mismos ademas de darme lo que sobró de la cena en tapers, para que no tuviese que cocinar durante unos días. Insistieron en que me quedase a dormir, les dije que no hacia falta que la furgoneta es mi casa y yo estoy a gusto en ella. aún así me ofrecieron su jardín y una ducha, a lo que acepté a las dos encantado.
Llevaba tres días parado en la misma zona y quería avanzar. Así que tras una calurosa despedida de mis nuevos amigos, Tarasz y Andrea, a los que nunca olvidaré, puse dirección al Hoverla, la montaña mas alta de Ucrania.
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