Tras coger a María en Oslo, decidí cederle el volante para que me llevase a Jettegrytene, unas pozas muy profundas que hay en medio de un río tremendamente caudaloso. Al llegar era casi de noche, así que dormimos por la zona y al día siguiente haríamos la excursión.
Para llegar hasta las pozas de Jettegrytene hay un puente de madera antiguo como para llevar carros o algo similar, que está en desuso o eso parecía. En principio no se puede ir caminando por ahí encima, pero al ver que todo el mundo hacia caso omiso a las indicaciones, nosotros hicimos lo mismo.
Cuando llegamos nos fijamos que el rio llevaba demasiada agua y no se podía disfrutar de las pozas pero aún así un poco mas arriba el agua estaba mas calmada y aprovechando que el agua no estaba muy fría, nos pudimos dar un baño.
Después de haber visitado Jettegrytene, nos pusimos dirección a Lysebotn. Fuimos por una carretera, que aunque fuera estrecha y llena de pasos canadienses, fue una pasada, las vistas parecían de otro planeta.
Al atardecer llegamos a Lysebotn y vimos que para hacer la ruta al Kjeragbolten, la piedra esa que que cae pero que no, era muy tarde, así que decidimos hacer noche en por ahí y madrugar para hacerla. una cosa que nos sorprendió fué que el parking que había de donde salía la ruta costaba 300 NOK, así que cómo nos parecía excesivo, encontramos uno poco mas abajo como a 2 km, que era gratis y ademas tenía un pequeño lago con cascada para bañarse.
A las 8 a.m. empezamos a caminar, teníamos 4 kilómetros extra de ruta, así que empezamos pronto para aprovechar el día. La ruta al keragbolten son de unos 10 kilómetros ida y vuelta y me sorprendió la cantidad de gente que había haciéndola, parecía una romería. Cuando llegamos no me lo podía creer, había gente haciendo una cola de media hora para hacerse una foto en la piedrecita. Ante tal agobio de gente, comimos rápido y nos fuimos. De verdad, lo mejor de toda la excursión fué el baño en el laguito que nos dimos al volver, porque ademas nos pilló un día de calor importante. La ruta está bien y es Bonita, pero tanta gente pierde el encanto.
Anexo:
KJERAGBOLTEN: Así se ve, así se siente.
No me podía creer que hubiese tanta gente haciendo cola para hacerse una foto.
Deja una respuesta