Bueno, no sé no como empezar esto, ha sucedido hace solo unas horas y todavía estoy en shock. Entré en Georgia hace 2 días, en la frontera conocí a un cicloturista alemán, Lucas @umdiewelttanzen , ambos íbamos dirección Batumi así que intercambiamos los números y llevamos en contacto desde entonces, esto lo explicaré con mas detalle en el próximo capítulo
El mismo día que entré en Georgia, se me rompió el móvil y esta mañana quedamos Lucas y yo para desayunar, ver la ciudad, y hacer unos recados, como por ejemplo comprar un móvil.
Transcurría una mañana normal hasta que finalmente encontramos una tienda dónde comprar un móvil. Como no se podían entrar perros dejé a Trabbi atado en la puerta, como he hecho infinidad de veces.
Tenía claro el móvil que quería así que estuvimos dentro no más de 10 minutos. Cuando salimos Trabbi ya no estaba donde lo había dejado, mi corazón se paró por un momento, no me podía creer que me estuviese pasando esto. Estaba seguro de que me lo habían robado, porque si se hubiese soltado, él habría entrado en la tienda para buscarme. No había ni un solo indicio de quién se lo podría haber llevado y nadie había visto nada. Mucha gente había visto a Trabbi atado en la puerta, pero nadie había visto que alguien se lo llevase. Le pedí a Lucas que se quedase en la puerta de la tienda mientras yo recorría las calles contiguas preguntando a todo el mundo que veía, pero nadie había visto nada.
Volví a la tienda e intentamos llamar a la policía desde el móvil de Lucas, pero comunicaba todo el rato, hasta que de repente vi una patrulla que se acercaba, así que fui corriendo, me planté delante de la policía, pararon automáticamente y les pedí ayuda. Después de explicarles lo acaecido llamaron a otra patrulla, pues ellos eran de otro distrito y no tenían jurisdicción o algo similar para actuar en esa zona. Lo gracioso es que estos policías hablaban inglés perfectamente y los que vinieron después no hablaban absolutamente nada, así que teníamos que buscar a gente que nos hiciesen de interprete.
Tras explicárselo a los nuevos policías, hubo bastantes ciudadanos que querían ayudar, pero nadie había visto nada, así que la policía fue a registrar las cámaras de la tienda y de la gasolinera que había enfrente, pero no se veía nada. La policía nos pidió que subiésemos al coche para recorrer la zona a ver si veíamos a Trabbi, así que tras pedirle al encargado de la tienda que sí veía a Trabbi, por favor llamase inmediatamente a la policía, Lucas y yo nos subimos en el coche.
Estuvimos recorriendo las calles durante unos 15 minutos y no vimos nada así que volvimos al punto de partida, la tienda. Me fijé que en la calle de detrás de la tienda había un gorrilla que no había visto antes, así que fui a preguntarle, le enseñe una foto y me dijo que sí, que lo había visto hace 10 minutos, y que lo llevaba una persona dirección a un bloque de edificios abandonado.
Lucas, los Policías y yo nos dirigimos hacia allí y nos separamos para peinar la zona. La planta baja del edificio estaba completamente abandonado y lleno de graffittis. De repente Lucas vio algo moviéndose dentro del edificio entre basura y cristales rotos, así que llamó sigilosamente a Trabbi y vio la cabeza del can moverse. Esperó a encontrarse con un policía y este esperó a su compañero, ya que aquí los agentes no llevan armas y era peligroso entrar, pues según pudimos comprobar, es un sitio dónde van muchos yonkis a drogarse.
Finalmente cuando llegó el otro policía, entraron al edificio y tras forcejeos y discusiones y gritos, los policías conseguían devolverme a Trabbi sano y salvo.
Por lo visto, la zona donde estábamos en ese momento, es una zona peligrosa porque está llena de yonkis, estos roban cualquier cosa para venderla después. Debieron ver un perro limpio, se pensaron que era un perro de raza y que podrían sacar algo de dinero vendiendolo.
Por suerte Trabbi esta bien y todo ha quedado en una anécdota para poder contarlo.
Por favor, que faena.
Si me pasa esto con la perrita que tuvimos me muero.